Sígame en esto.
Taladro por la madrugada despierta a Bebé. Lágrimas, baba y mocos. Padre grita. Hay cortinas, son rojas. Madre baja las escaleras. Bebé llora, Padre grita, Taladro. No hay luz, sería verde. Madre sube, Taladro calla. Padre ronca. Chupete, bebé duerme.
O sino
Algo no duerme y las paredes lo sienten. Rebota u oscila -nadie sabe- por los pasillos. Busca y no es sutil.
Llegó.
Ahora, lluvia salada de moco aguado. Él ya no duerme y líquidos emanan de todo su cuerpito ovalado.
Padre retumba y las cortinas se sonrojan.
Madre baja por las escaleras. Éstas le contestan con chillidos erráticos. La luz verde no fue, ella tanteó en la oscuridad azulada.
El intruso se repliega y el aire se desinfla. Ya no hay lluvia, Padre hace un sonido coqueto con la nariz.
Todo está bien (hasta las escaleras se quejaron menos cuando Madre subió).
viernes, agosto 18, 2006
Hola
...quisiera que me leas en crayón rojo carmesí, en un papel arrugado y hasta con baba. Te miro. Quiero tocarte y que me toques las palabras. Sentirnos sólidos entre el petróleo.
Quiero, cuando menos, rasguñarte con mi prosa tosca.
Vuelta a eso. Carne, ojos, piel, mocos. Ir a oler la flor, no escribir enciclopedias sobre su perfume. Saberte otro por un abrazo, sentir que tu sangre bombea.
(ante la réplica, los animales no abrazan)
Acá voy a escribirles, besarlos y limpiarme las manos después de comer empanadas. Los espero.
Quiero, cuando menos, rasguñarte con mi prosa tosca.
Vuelta a eso. Carne, ojos, piel, mocos. Ir a oler la flor, no escribir enciclopedias sobre su perfume. Saberte otro por un abrazo, sentir que tu sangre bombea.
(ante la réplica, los animales no abrazan)
Acá voy a escribirles, besarlos y limpiarme las manos después de comer empanadas. Los espero.
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