jueves, marzo 27, 2008

La noche anterior a molerte a golpes


No, no me morí. Acá va algo poco condimentado. El próximo tendrá cañones y trompetas. Gracias a todos por el aguante. (¿?)

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--Llegué a casa, a la cama nuestra. Vos ya estabas dormida. Claro, era tarde. Hacía tanto calor. Dormías desnuda, como en tantas otras noches de verano. Linda escena, la persiana estaba abierta- la cerraría más tarde- y la luz de la luna le pegaba a tu cuerpo como de refilón, azulando tu contorno. Dormías de costado, del lado de tu mesita de luz, casi no te podía ver la cara porque la luna no le llegaba. Respirabas tranquila, como siempre que no te agarraba una de tus pesadillas. Lento, uniforme, calmo.
--No prendí la luz, no. Te hubieses despertado. Me hubieses preguntado donde estuve. Y para qué hacer más cháchara si vos y yo sabíamos el resto. No, no prendí la luz porque te preferí así: azulada, calma, casi sin poder verte la cara.
--Me saqué las ropas y las dejé por ahí. Calor. Estabas tan desnuda, azulnegra. Me recosté del otro lado del mundo. Vos hiciste como si nada otra vez. ¿Te acordás cuando no podías dormir sino te acariciaba la cabeza, mientras mirábamos alguna estupidez en la televisión? Y ahora dormías tan profundo, tan hondo. Tan hondo como el final de un pozo ciego. Me viene a la cabeza ese capítulo que tanto te gustaba. Cuando Traveler juntaba las cabezas con Talita para intentar soñar lo mismo.
--Tan desnuda vos. Te miré años esa noche. Siempre te miraba años. Te miro, delineo tu contorno para que no te me escapes. A veces me da ganas de dibujarte con la punta del dedo índice. Rozándote apenas.
--Pero no.
--La respiración encontró su ritmo mirándote. Una vez soñé con vos. Bueno, no una vez, claro, pero esta fue especialmente cálida. Soñé con tu sonrisa. No recuerdo nada más. Esa mañana te preparé el café. Creo que hasta te lo llevé a la cama. Vos dijiste gracias. Ahora te tenía azul, acá, sin sueños, sonrisa o café. De a poco fue lo mismo verte que pensarte. Me supe sin párpados y vos, finalmente, te confundiste con lo negro.

13 comentarios:

Unknown dijo...

Tierno, trágico, me gustó mucho.

Unknown dijo...

Un abrazo

Flor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Flor dijo...

Me conmocionaste, Patricio.
Un carveriano casi perfecto, por la única excepción de que no deja de ser tuyo y de tener ese toque tan personal, que tal vez solo los que te conocen bien se dan cuenta de que existe.
Me sorprendés, constantemente.

Y me gustan las oraciones así cortas y tajantes, y como el texto se va curvando como el humo de un cigarrillo.

... dijo...

Me diste un par de ideas. O las despertaste. No estoy seguro. Bonito, che.

conedulcorante dijo...

qué violento.

no pude ni pestañar ni respirar hasta que terminé.

escalofrío.

me quede :O


hermoso.

me imaginé todo, pucha.

hasta tengo miedo.

Flor dijo...

Por dios, qué cursi lo que puse. Recién me dí cuenta.

Claroscuro dijo...

No, cursi no, yo diría más bien forzado.
Como sea, lindo el cuent-ito. A mi también me gusa tajante.
Oh, una cosa, el comienzo de esa última oración "No me supe con párpados..." me resultó muy artificial. O sea: es literatura, ergo artificial, lo tengo claro a eso. Pero esa oración en partícular lo rompe al cuentito. Fijate si podés reformular. Bah, digo.

Anónimo dijo...

Orale, ya ves como por las buenas sí comento.

Me gustó mucho todo el asunto de los colores. En realidad es bastante... lindo y no sé que más.

Mmm, no sé que criticarte. Tampoco es el chiste de criticar por criticar. Quizá que en realidad he visto muchos cuentos de este estilo por ahí, no sé si cuente como lugar común, pero bueh...

A seguirle dando.

pio dijo...

Muy buen relato y buena la referencia que metés en el medio.

Caro dijo...

siempre tarde.. pero segura. hoy es dia de cuento breve. así, después del cuerpo cansado, de la voz harta de hablar, y del bosque cada vez más frío. hoy es tarde-noche para cuento breve y calma. aunque tu cuento es el revés de la calma, y pozo.
abrazo.

Aesthesis dijo...

Te miré años esa noche. Me quedo con eso...
Qué sensación rara pausar la mirada y después descubrir que tanta eternidad es sólo una mirada.

Cien años mueren en un instante. Un instante muere en un instante.

Anónimo dijo...

el tiempo es tiempo y la nada nada ... simple sencillo y perpicaz ... quiza tu humo vaya mas alla ... quien sabe

 
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